La Santa. Parque de deportes urbanos colaborativo.
¿Hay mejor experto que el propio usuario? El proyecto nace de la demanda juvenilde un espacio adaptado para deportes urbanos. Casi una década atrás, en 2007, los jóvenes de Santa Coloma reclamaron del ayuntamiento un espacio para patinar. El resultado fue un pequeño skatepark convencional ejecutado sobre la cubrición de la autovía B-20, en el parque Europa, vecino al de Can Zam. Poco tiempo después este parque se demostró insuficiente. Los skaters querían zonas mayores, mejores, y además querían participar en su diseño. El ayuntamiento atendió la petición y ofreció a patinadores y bikers un solar muy cercano al anterior parque. La propuesta, coordinada por straddle3, cuenta con el asesoramiento de patinadores, el diseño de paisajistas y las ideas y mano de obra de todos los usuarios...
El solar, de forma triangular y con sobrado tamaño para acoger el programa, era un espacio residual entre distintas instalaciones deportivas del gran área pública de Can Zam, el pulmón verde de la zona y una de las formas en que el municipio se relaciona con la ribera del Besós. El solar se encontraba fundamentalmente yermo, con excepción de una zona poblada por olmos en su parte sur y algunos brotes de vegetación espontánea. El ayuntamiento de Santa Coloma, contando con el apoyo del Área Metropolitana de Barcelona, contacta con straddle3 para dar respuesta a las reivindicaciones de los jóvenes. straddle3 propone un proceso participativo consistente en sesiones de trabajo bisemanales en un equipamiento público, e incorpora al patinador Sergi Arenas y al equipo de Lur Paisajistak en el equipo.
En esas sesiones se establece un marco de prioridades que desemboca en un plan de usos para el parque, que se deberá resolver en distintas fases debido a las limitaciones presupuestarias. En reuniones con las administraciones implicadas se desarrolla una metodología que va bastante más allá de los supuestos originales del proyecto o del mismo concepto de participación ciudadana. Se acuerda prolongar la participación en el desarrollo del plan de usos y del diseño para llevarla a la propia construcción del parque. Se establece así una dinámica mixta entre trabajos infraestructurales y de urbanización básica, a realizar por una empresa contratista, y otro paquete de trabajos a desarrollar por el equipo director y los futuros usuarios en formato de talleres de autoconstrucción.
Finalmente se realizan dos entregas, un anteproyecto para todo el área y un proyecto ejecutivo para la primera fase. El proyecto que resulta del proceso participativo incluye una zona de paseo, un skatepark, un gimnasio al aire libre y un bikepark, además de una zona acondicionada para el aparcamiento de vehículos. La primera fase incluye el nuevo acceso peatonal a la zona, un ámbito de paseo y un skatepark polivalente, apto para su uso por practicantes de diversos deportes urbanos. Se hace hincapié en la recuperación del arbolado preexistente, fundamentalmente olmos, que se protegen y se complementan con la plantación de chopos en las zonas más húmedas y previamente despobladas de vegetación. Se organiza el trazado del espacio mediante unas islas que constan de una corona de césped, cuyo ancho corresponde con el barrido de los difusores de riego. Estas islas se repiten en casi todo el área de intervención, aunque su configuración es diversa en función del programa.
Adicionalmente, Iñigo Segurola de Lur Paisajistak y straddle3 dirigieron un taller de jardinería en el que participó gente muy diversa. En este taller que se recuperaron ejemplares vegetales de cunetas y solares en desuso de las zonas en transformación aledañas, y se trasplantaron a los parterres del nuevo parque. Podemos ver que la forma de recuperar elementos vegetales de zonas abandonadas -lo que Gilles Clement llama “el Tercer Paisaje”- no se diferencia del modo en que se han recuperado los elementos constructivos que componen la parte urbanizada del parque. Uno de los principales condicionantes del proyecto es la práctica de la autoconstrucción junto al uso de material reciclado. Éste se da, por una parte, en la zona patinable con la utilización de perfilería metálica y prefabricados de hormigón de segunda mano para la realización de obstáculos, y por otra en la zona de paseo, donde los bancos se desarrollan a partir de antiguos contrapesos de hormigón, las islas se decoran con bambú laminado recuperado de instalaciones efímeras y la pérgola-farola se construye a partir de báculos de semáforo desahuciados.